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Bella y mágica India – Anekke en India

El mundo se creó para ser descubierto. Por ello, nunca dudo en lanzarme a la aventura de conocer un nuevo destino, para seguir enriqueciéndome con cada una de las vivencias que te esperan en un lugar que aún no conoces. Ser parte de un lugar, de su gente y sus costumbres, sin duda, te convierte en alguien más humano, más empático y más sensible, algo a lo que jamás renunciaré.

Movida por el deseo de emprender un viaje espiritual, llegué a la India. A la bella y mágica India. En cuanto puse un pie allí me sentí embaucada por su suntuosidad, por su energía. Y algo muy especial me pasó allí, ya que rápidamente me sentí parte de ella. De su vitalidad, de esa sensación de que todo está conectado: cada persona, cada monumento. Sus colores y olores. El respeto que sienten hacia cada integrante de su puzle. Su convivencia y tolerancia.  Su ritmo, tan rápido y pausado al mismo tiempo, que te embauca.

La India te encandila y te hace sentirte parte de ella. Por ello, en seguida supe que este iba a ser un viaje del que querría conservar miles de recuerdos en forma de fotografías y notas, junto a todos los recuerdos que vivirían en mí para siempre. Y acompañada por una cámara, Towanda y yo nos lanzamos a recorrer sus calles, a perdernos en su cultura, sus costumbres y, sobre todo, por su magia.

Animales sagrados, la convivencia pacífica entre seres vivos y un ritmo incesante que volaba a mi alrededor, mientras me llenaba de un montón de sensaciones únicas. Su olor a especias, el festival de colores, los animales sagrados y el significado de cada pequeño detalle en este país, hacen de esta una experiencia en la que te cuestionas el sentido de cada acto que llevas a cabo, de tus valores. Y te propones estar más conectada contigo misma, ser fiel a lo que sientes, liderar una pequeña revolución para que todos seamos parte de ese modo de ser único y respetuoso.

La India me enseñó muchas cosas, pero sin duda, lo más valioso que aprendí es que lo más importante que necesitas en la vida está dentro de ti: tus emociones. Que no es necesario tener más, si no mejor. Que las alegrías compartidas, son dobles. Que aunque la vida pase rápido, tienes la oportunidad de vivir cada instante de un modo único. Y que una foto es un recuerdo imborrable, pero que lo único que perdura en ti, para siempre, es tu experiencia.

Y es que el mundo se creó para ser descubierto, y no hay rincón que quiera dejar sin explorar, para llenarme de vivencias que me acompañen para siempre. Y tú, ¿vienes a descubrir la bella y mágica India conmigo?

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